Los bordados a mano, una tradición que perdura en comunidades indígenas de Ibarra

Primera Zona 1

Estos incluso han formado parte de marcas de ropa reconocidas a nivel nacional. IBARRA. Flores, aves, ríos, indígenas con ropa tradicional… es lo que más se plasma en los diferentes artículos que son bordados con hilos por las manos de mujeres de las parroquias de La Esperanza y Angochagua. Esta tradición que ha pasado de generación en generación aún perdura y espera que se mantenga con el pasar de los años. A pocos minutos del centro de Ibarra, se encuentra la parroquia de La Esperanza, una localidad llena de tradiciones ancestrales, en la plaza Rumipamba, los visitantes pueden encontrar desde artesanías en madera, gastronómica tradicional y los inigualables bordados a mano. Los variados colores, resaltan en la tela blanca o beigh de los diferentes artículos del puesto de doña Manuela Amaguaña, oriunda de la comunidad de La Cadena, explica que este oficio lo adquirió de su madre desde muy pequeña y que, con sus hábiles dedos, da forma a flores y diseños propios de la vestimenta del pueblo indígena. Manteles, centros de mesan, panderas, blusas… son algunos de los artículos que vende Manuela, en este puesto de la Plaza Rumipamba. Los precios van desde los 5 hasta los 120 dólares. “Da satisfacción de que a las personas les gusta lo que yo hago y compran mis productos, más que todo porque plasmo lo que son mis orígenes y mi territorio”, apunta. Centro de los bordados A unos 10 minutos de Rumipamaba, se encuentra la comunidad de Zuleta de la parroquia de Angochagua, un lugar reconocido a nivel nacional, por la elaboración de bordados. En Casa Comunal, varios emprendimientos de la zona acuden para mostrar al visitante las bondades de esta comunidad, una de ellas, es el arte que plasman muchas de las mujeres en prendas de vestir y artículos para el hogar. En el lugar se encuentra, Alicia Sarsoza, con su emprendimiento familiar “Bordazul‘’. Ella indica que hace más de 25 años realiza los bordados a mano, en mantelería y vestimenta. Las telas en que trabaja son en telas manuales y tela de fábrica. Y basa sus diseños de bordado principalmente en las flores, aves, que existe en la comunidad, así como su vestimenta. “Las visitas que tenemos en las ferias semanales, pueden ver y palpar la tradición de la comunidad que está plasmada en la tela. Y es satisfactorio porque nos compran varios artículos y valoran lo que es hecho a mano”, explica. El bordado a mano, ha sido el sustento de muchas mujeres indígenas campesinas de las comunidades de las parroquias de La Esperanza y Angochagua. (FCDL) DATO De 5 hasta 200 dólares se ofertan los diferentes bordados. Para fomento de la práctica de este oficio y de turismo desde el Gobierno Provincial se implementó la Ruta del Bordado en Zuleta. PIE BORDADOS. Flores, aves… son plasmadas en las prendas de vestir o artículos para el hogar. MUJER. Manuela Amaguaña, bordando un mantel, explica que hacer esto se demora una semana.

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