- En medio de los extensos sembríos de palma africana se levanta la comunidad fronteriza de La Cadena, en la parroquia Mataje, cantón San Lorenzo, provincia de Esmeraldas. Hoy, gracias al apoyo solidario de Fundación Tierra para Todos Suiza–Ecuador, junto al compromiso del GAD Municipal de San Lorenzo y del GAD Parroquial de Mataje, las familias de la comunidad cuentan con un sistema de agua segura, un recurso que devuelve vida, salud y esperanza.

La comunidad de La Cadena, forma parte de una zona fronteriza históricamente impactada por la violencia, las economías ilegales y la presencia de actores armados, lo que ha condicionado su desarrollo y vulnerado la tranquilidad de sus habitantes.

La débil presencia del Estado ecuatoriano y la escasa cooperación internacional han profundizado la fragilidad del territorio, debilitando el tejido social y limitando el acceso a derechos básicos, entre ellos el derecho humano al agua segura.
En este contexto, la Fundación Tierra para Todos, organización con más de 22 años de trabajo permanente en la frontera norte del Ecuador, ha desarrollado un acompañamiento sostenido a las comunidades, bajo la convicción de que estos territorios deben consolidarse como fronteras vivas: espacios con oportunidades, vida digna y cohesión social. Su labor se ha enfocado en la construcción de pueblos de paz y desarrollo, donde garantizar el acceso a derechos fundamentales —como el agua segura— resulta esencial para mejorar la calidad de vida, prevenir la violencia y fortalecer el tejido comunitario.

La construcción del sistema de agua segura para la comunidad de La Cadena fue posible gracias a un convenio tripartito suscrito entre el GAD Municipal de San Lorenzo, el GAD Parroquial de Mataje y Tierra para Todos Suiza–Ecuador, con una inversión conjunta de 21.500 dólares. Esta articulación interinstitucional hizo posible financiar e implementar la infraestructura necesaria para la captación, conducción, almacenamiento y distribución comunitaria del agua, marcando un hito para la salud y el bienestar de sus habitantes.
Las familias participaron activamente en cada etapa del proyecto, aportando mano de obra, tiempo y esfuerzo colectivo.

Su presencia y colaboración fortalecieron el tejido comunitario, reforzando el sentido de corresponsabilidad y pertenencia sobre la obra. A su vez, el acompañamiento permanente del GAD Parroquial de Mataje y la presencia del director de la Fundación Tierra para Todos consolidaron un proceso de cooperación institucional cercana, transparente y comprometida con la comunidad.
En total, 320 habitantes de la comunidad fronteriza La Cadena se benefician hoy de este sistema de agua segura, mejorando de manera significativa sus condiciones de vida. El acceso al recurso contribuye a prevenir enfermedades gastrointestinales y dermatológicas, especialmente en niñas y niños, quienes históricamente han sido los más afectados por la falta de agua segura y condiciones adecuadas de saneamiento.

El agua que hoy fluye en La Cadena simboliza mucho más que la provisión de un servicio básico: representa un paso hacia la autonomía, la estabilidad y la construcción de un futuro más justo para las familias fronterizas. Su llegada significa salud, bienestar y protección, especialmente para niñas, niños y mujeres. El apoyo de Tierra para Todos Suiza trascendió lo material: convirtió la cooperación en esperanza concreta, visible y sentida en el territorio, abriendo la posibilidad de transformar realidades y devolver dignidad a la vida cotidiana de la comunidad.


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