La Prefectura Ciudadana de Imbabura inaugura el tramo que conecta Tungavitsi con Buenos Aires, en la parroquia Eugenio Espejo, cantón Otavalo.
La vía mejorada impulsa la productividad agrícola y fortalece la integración de la parroquia
Richard Calderón, prefecto de Imbabura, entrega oficialmente, este sábado 13 de septiembre de 2025, el adoquinado de la vía que parte desde la calle Bolívar y conecta los sectores de Tungavitsi con Buenos Aires, en la parroquia rural Eugenio Espejo del cantón Otavalo.
La obra, considerada un hito de desarrollo local, responde a un viejo anhelo de la población que durante décadas soportó el deterioro de esta vía, marcada por baches y dificultades de movilidad.
Más de 2.000 habitantes de Pucará Alto, Eugenio Espejo, Rey Loma y Otavalo son los principales beneficiarios de esta intervención, la cual facilita el traslado de productos agrícolas hacia los centros de comercio, fomenta la productividad y fortalece la integración territorial.
El prefecto Calderón destaca que invertir en vialidad es apostar por la dignidad de los pueblos.
Esta actividad forma parte del Proyecto “Fortalecimiento de la Cadena de Producción Ovina, con Enfoque en la Protección Ambiental, Soberanía Alimentaria y el Empoderamiento de las Mujeres y sus Familias”, que se ejecuta en la parroquia, con la asistencia técnica del área de turismo del GAD parroquial, con el apoyo del Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS) y financiamiento del Banco Mundial. La iniciativa se enmarca en el Programa de Fortalecimiento de las Economías Comunitarias (PROFECPIAM), cuyo objetivo central es potenciar el desarrollo productivo de las comunidades rurales, mediante prácticas sostenibles, inclusivas y con alto impacto social. El intercambio de experiencias permitió a los beneficiarios conocer, de primera mano, modelos de producción y comercialización que podrán ser aplicados en sus propias iniciativas, fortaleciendo sus capacidades técnicas y organizativas. Angochagua, reconocida por su riqueza cultural, agrícola y pecuaria, enfrenta desafíos que han limitado el crecimiento de sus familias productoras, muchas de ellas lideradas por mujeres. La baja productividad, la escasez de tecnologías adecuadas y la falta de capacitación técnica son algunas de las barreras que ahora se buscan superar con el impulso de esta propuesta transformadora. José Alvear, presidente del GAD, destacó la importancia del proyecto, subrayando que “el verdadero progreso se construye con participación, conocimiento y unidad. Este esfuerzo colectivo no solo fortalece la producción ovina, sino que también asegura soberanía alimentaria, protege el ambiente y empodera a nuestras mujeres y familias”.