- Familias beneficiarias del proyecto ovino, con el acompañamiento del Gobierno Parroquial de Angochagua, participaron en un intercambio de experiencias que refuerza la soberanía alimentaria, la protección ambiental y el empoderamiento comunitario.

Esta actividad forma parte del Proyecto “Fortalecimiento de la Cadena de Producción Ovina, con Enfoque en la Protección Ambiental, Soberanía Alimentaria y el Empoderamiento de las Mujeres y sus Familias”, que se ejecuta en la parroquia, con la asistencia técnica del área de turismo del GAD parroquial, con el apoyo del Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS) y financiamiento del Banco Mundial.

Con el respaldo y acompañamiento del Gobierno Parroquial de Angochagua, presidido por José Alvear, las familias integrantes de la Asociación de Productores Agropecuarios y Plantas Medicinales “Jambi Gihua” participaron en un valioso intercambio de experiencias en el Polígono Cárnico de Ibarra y en una granja de producción ovina en el cantón Cotacachi.
La iniciativa se enmarca en el Programa de Fortalecimiento de las Economías Comunitarias (PROFECPIAM), cuyo objetivo central es potenciar el desarrollo productivo de las comunidades rurales, mediante prácticas sostenibles, inclusivas y con alto impacto social.

El intercambio de experiencias permitió a los beneficiarios conocer, de primera mano, modelos de producción y comercialización que podrán ser aplicados en sus propias iniciativas, fortaleciendo sus capacidades técnicas y organizativas.
En Angochagua, este proyecto abre nuevas oportunidades para diversificar la economía local y generar condiciones de vida dignas para sus habitantes.

Angochagua, reconocida por su riqueza cultural, agrícola y pecuaria, enfrenta desafíos que han limitado el crecimiento de sus familias productoras, muchas de ellas lideradas por mujeres. La baja productividad, la escasez de tecnologías adecuadas y la falta de capacitación técnica son algunas de las barreras que ahora se buscan superar con el impulso de esta propuesta transformadora.

José Alvear, presidente del GAD, destacó la importancia del proyecto, subrayando que “el verdadero progreso se construye con participación, conocimiento y unidad. Este esfuerzo colectivo no solo fortalece la producción ovina, sino que también asegura soberanía alimentaria, protege el ambiente y empodera a nuestras mujeres y familias”.

El aprendizaje abarca desde el manejo eficiente de rebaños ovinos, hasta la mejora de la calidad de la carne y la incorporación de prácticas amigables con el medio ambiente.

