- El 4 de marzo, se conmemora el Día de la Ingeniería para el Desarrollo Sostenible para destacar la importancia de las prácticas de ingeniería en la construcción de un hábitat digno para las futuras generaciones. El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 11, de la Agenda 2030, insta a los diferentes actores a trabajar por ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. En este sentido, la industria de la construcción tiene el desafío de innovar en sus métodos y materiales para coadyuvar a la protección del medio ambiente y el bienestar de las comunidades.
Una construcción sostenible busca minimizar el uso de recursos naturales, reducir las emisiones de carbono y los impactos en el entorno natural, al tiempo que mejora la calidad de vida de quienes habitan las ciudades. Esto se logra mediante la utilización de tecnologías innovadoras, el diseño eficiente de edificios y el uso de materiales sostenibles. Además, la participación comunitaria en estos proyectos es esencial para asegurar que las soluciones se adapten a las necesidades locales y fomenten un sentido de pertenencia.

Empresas privadas como impulsoras del desarrollo local
Las empresas privadas son actores relevantes para la construcción de espacios que fomenten el bienestar. Un ejemplo notable de la gestión de alianzas para el desarrollo local es el trabajo realizado por UNACEM Ecuador, en Imbabura. Esta empresa, en colaboración con los cabildos y comuneros de la zona, la Unión de Comunidades Indígenas de Quichinche (UCINQUI) y los gobiernos autónomos descentralizados, ha logrado materializar varios proyectos de infraestructura comunitaria.
La implementación de proyectos de infraestructura sostenible crea oportunidades de empleo, fomenta el desarrollo de habilidades locales y fortalece la cohesión, especialmente en provincias como Imbabura, con una larga tradición de gestión comunitaria.

La intervención de UNACEM Ecuador ha incluido el mejoramiento de viviendas y vías, la construcción de sistemas de tratamiento y conducción de agua para consumo humano, actividades agropecuarias, riego y la edificación de espacios para la interacción comunitaria como casas comunales, mercados y canchas deportivas. Estos proyectos no solo mejoran la calidad de vida de los residentes acortando las brechas sociales, sino que también promueven la sostenibilidad ambiental al utilizar tecnologías limpias y materiales producidos responsablemente.
La empresa cementera ha trabajado sobre esto en los últimos años, desarrollando soluciones de cemento y hormigón de alta resistencia y calidad, con un bajo impacto ambiental. Una de sus soluciones verdes es cemento Campeón, un material que por su finura y alta resistencia a sulfatos es ideal para obras más durables.
La ingeniería para el desarrollo sostenible es fundamental para construir ciudades que sean resilientes y respetuosas con el medio ambiente. Al adoptar enfoques innovadores y colaborativos, empresa y comunidades pueden avanzar juntas hacia un futuro en el que las ciudades no solo sean lugares para vivir, sino también espacios que fomenten el bienestar y la prosperidad de todos sus habitantes.