- Esta iniciativa ha permitido hasta el momento recuperar más de 2.000 hectáreas de tierras que permanecían abandonadas, por ser improductivas, debido a múltiples factores. Con esta labor se ha diversificado los cultivos y generados cientos de plazas de trabajo, contribuyendo, además, a garantizar la soberanía y seguridad alimentaria. Los poblados beneficiados pertenecen a Pimampiro, Urcuquí, Ibarra y Cotacachi.

El Programa de Roturación de Suelos, que lo ejecuta la Prefectura Ciudadana de Imbabura, dirigida por el prefecto Richard Calderón, tiene el potencial de transformar áreas que hoy son poco productivas en tierras fértiles y altamente productivas, lo que representa una gran oportunidad de progreso para el sector agrícola.

La roturación es un proceso que implica el uso de maquinaria: tractor bulldozer, para remover, aflojar y mezclar las capas superficiales del suelo, cangaguosas o degradadas, que han perdido su capacidad natural para sostener cultivos.
De un total de 27.136,6 hectáreas de cangahua existentes en la provincia de Imbabura, se han roturado, hasta el momento, 2.097.03 hectáreas durante la ejecución de este programa, con el apoyo del Ministerio de Agricultura y en convenio con los gobiernos parroquiales, juntas de agua, organizaciones campesinas y de productores. Como resultado, se ha restaurado la funcionalidad agrícola y se ha dado a estos terrenos una segunda vida productiva.

El uso de tractores bulldozer para la roturación no es solo una solución técnica, sino una inversión estratégica para el futuro de la agricultura, avanzando hacia un modelo productivo más rentable y sostenible. Y es bajo esa óptica que, en el presente año, se reformuló esta iniciativa inyectando mayores recursos para esta acción, ampliando, incluso, la operación en el territorio.
Actualmente, los propietarios de las tierras recuperadas cambiaron la siembra tradicional, dando paso a cultivos que les generan mayor rentabilidad.

De las 2097.03 hectáreas que se han roturado, 589.6 hectáreas que representan el 28.11 %, son frutales. En invernaderos existen 84.9 hectáreas que representan el 9.98 %. Los cultivos de ciclo corto son 1.298.30 hectáreas que representan el 61.91 %.

En la unidad productiva se generan nuevos empleos ya que por cada beneficiario directo se da trabajo a toda la familia y al menos a 2 trabajadores adicionales por hectárea, dependiendo del cultivo.

La diversificación de cultivos ha generado el establecimiento de viveros que proveen de plantas frutales, lo que es otra fuente de empleo en la zona.