- El organismo, dirigido por Richard Calderón, destinó 13.2 millones de dólares para avanzar en la meta de ubicar a esta provincia, entre las primeras del país, en contar con una infraestructura vial de primer orden. Creatividad y gestión son las fórmulas que se pone a prueba para cumplir con este objetivo, dejando a un lado la actual crisis que sufre la nación.
Imbabura dio un giro de 180 grados en cuanto al mejoramiento de su vialidad. De ser una provincia relegada en esta materia, pasó a ubicarse entre las que más avanzando, a partir del año 2023. Las cifras no mienten y de eso dio cuenta el prefecto Richard Calderón, en el encuentro con los medios de comunicación social, que se llevó a cabo, este miércoles 18 de diciembre de 2024.

La autoridad, de manera clara, mostró, con datos, el avance significativo, con respecto a la ejecución de obras de asfaltado y adoquinado de caminos en los seis cantones del territorio. Así, se conoció que, del plan trazado, al inicio de la actual administración, de construir el mejoramiento de 150 kilómetros de vías hasta el 2027, en apenas un año y medio ya se concretaron 110 kilómetros, correspondiendo al 73 por ciento de esta meta.

Los recursos economizados fueron puestos nuevamente a la orden de otras obras y proyectos en la misma área de vialidad, en favor de la población imbabureña.
Pero a más de haber hecho esto, la Prefectura, gracias a la eficiencia en los procesos de licitación y cotización, obtuvo un ahorro de 3.5 millones de dólares del presupuesto referencial destinado para esta acción, 16.7 millones.
La inversión pública, puesta en marcha, 13.2 millones de dólares, produjo otras ventajas, entre ellas, la generación de 3.300 puestos de trabajo, en medio de la crisis que soporta actualmente el país. La creación de fuentes de empleo, a través de la implementación de la infraestructura física señalada, se convirtió en una fórmula para ayudar a estabilizar la economía provincial, evidenciando una mayor demanda de bienes y servicios.

En resumen, el organismo provincial, en el 2024, entregó y adelantó la ejecución de 18,53 kilómetros en el cantón Ibarra. En Pimampiro, cantón, en otras épocas relegado de la atención pública, 18,59 kilómetros de vías fueron tomados en cuenta en la intervención. En Otavalo, 17,68 kilómetros resumen la construcción de obras viales. En Antonio Ante, 16,79 kilómetros forman parte del trabajo de mejoramiento. En Urcuquí, 19,29 kilómetros son los tramos en donde se culminaron algunas obras, mientras otras continúan a buen ritmo; y, finalmente, en Cotacachi, 14,78 kilómetros figuran en la lista de las inversiones.
En total, 4,4 millones de dólares es el monto contabilizado en este año, para esta labor que permitió a las comunidades de los sectores rurales, contar con caminos adecuados para la movilización.

Otros rubros importantes corresponden a la tarea de mantenimiento directo de 650 kilómetros y 618 kilómetros en convenio con los gobiernos parroquiales.
Los planes viales de Imbabura, desde su creación, reflejan que solamente 300 kilómetros han sido intervenidos con trabajos de asfaltado y adoquinado, siendo esto inconsecuente con la capacidad turística y productiva de esta tierra. Por eso, la pretensión del prefecto Calderón, de culminar en el 2025, los 150 kilómetros propuestos, un 50 por ciento más de ese número, resulta por demás ambiciosa para los intereses de los habitantes.