
El 20 de junio del 2013, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), declaró que la ‘Violencia de Género’ es un problema de Salud Pública. Para entender lo que esto significa, se debe partir desde la definición de esta situación.
Según consta de manera textual en el portal web de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la violencia de género “hace referencia a cualquier acto con el que se busque dañar a una persona por su género (masculino-femenino). La violencia de género nace de normas perjudiciales, abuso de poder y desigualdades de género”.
Una zona de confianza y confidencialidad para estos casos
Dentro de este contexto, el día de hoy (01 de septiembre del 2021), en el hospital Luis G. Dávila de la ciudad de Tulcán (provincia del Carchi), se inauguró una sala de primera atención para pacientes víctimas de violencia de género.
A través de un evento formal, se dio paso al desarrollo de esta actividad, que estuvo presidida por autoridades del hospital, de instituciones cooperantes y medios de comunicación.
Luis Morales, gerente de la casa de salud de Tulcán comentó que según una estadística de Ecuador perteneciente al 2019, un estimado de 65 de cada 100 mujeres han padecido algún tipo de violencia durante su vida.
Mientras tanto, dentro del hospital Luis G. Dávila, Morales informó que se atendieron en lo que va de este año, 75 casos de violencia física, nueve casos de violencia sexual y siete casos de violencia psicológica.
Además, comentó que con el apoyo de la Cooperación Técnica Alemana (GIZ) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) se permitió la implementación y donación de equipamiento para el funcionamiento de esta sala de atención.
Equipamiento y servicios de esta área
Con respecto al funcionamiento y servicios de esta zona especializada, Diana Martínez, coordinadora clínico-quirúrgica del hospital, señaló que en este espacio se garantizará la privacidad y confidencialidad y no revictimización de los pacientes que hayan sufrido violencia de género.
Esta sala de primera atención está ubicada en la zona de Emergencia y está dotada con equipamiento para exámenes físicos generales, exámenes periciales, kit púrpura (casos de violencia sexual donde se incluye profilaxis para prevención de embarazos, enfermedades de transmisión sexual y VIH).
Aquí se incluye también el apoyo del equipo de salud mental del hospital y en fines de semana o noches, señaló que hay una cadena de llamadas con psicólogos de la institución.
Ingreso de pacientes
Con respecto al protocolo para el recibimiento de pacientes, Martínez indicó que las víctimas ingresarán por cualquier área, sea esta consulta externa, emergencia o se identificará dentro de la hospitalización.
“El personal de salud que identifica a una posible víctima de violencia de género, la cataloga con un código púrpura y la direcciona hasta la sala de primera atención, donde el profesional tomará contacto de principio a fin con la víctima para evitar la revictimización dentro de la sala” agregó.
Así mismo reveló que 87 casos de violencia de género fueron atendidos en el hospital y elevados al Sistema Nacional De Justicia para su respectivo seguimiento.
Apoyo de cooperantes
Por su parte, Bolívar Pozo, Asesor Local del Programa Sí Frontera de GIZ detalló que se brindó el apoyo a la institución pública en afán de mejorar las condiciones de vida de las personas y a través de UNFPA, se realizó un proceso de identificación de necesidades en las provincias de la Frontera Norte: Carchi, Imbabura, Esmeraldas y Sucumbíos.