
De 100 a 600 dólares habría sido lo que cobraban los integrantes de esta organización delictiva, para que los migrantes puedan pasar la frontera entre Ecuador y Colombia, donde los pasos regulares están cerrados de lado y lado por la pandemia del coronavirus.
Según el medio colombiano Noticias Caracol, la investigación comenzó en marzo, con la participación de entidades como Migración Colombia, Policía, Ejército y Fiscalía de ese país, para terminar con la captura de 15 personas, a los que señalan como integrantes de una banda dedicada al tráfico de migrantes por la frontera de estos dos países.
“Entre los detenidos está el director de gestión de riesgos en Ipiales, Nariño, y el gerente de la terminal de transportes de este municipio, que justamente limita con Ecuador (…). La investigación contra la organización criminal dedicada al tráfico de migrantes por la frontera se inició hace cinco meses, cuando dos venezolanos que intentaban cruzar el Río Guáitara cayeron al vacío y murieron”, expusieron en el medio de comunicación colombiano.
Desde el lado ecuatoriano se conoce que hay alrededor de 36 pasos irregulares en toda la frontera con Colombia, pero también se especula que existan otros no identificados, los cuales podrían ser usados no solo para traficar personas, sino drogas, dinero, electrodomésticos, o cualquier tipo de mercancía, como se ha evidenciado en operativos militares, donde se detuvo, en medio de la pandemia, a personas incluso transportando lingotes de oro.
Peligro inminente
Un reporte de Venezuela Migrante recoge el testimonio de un involucrado en cobrar por el cruce de Rumichaca (Ecuador) a Ipiales (Colombia), por caminos que comprenden más de un riesgo para los caminantes.
“El hombre, dedicado a esta actividad, contó que el paso de los venezolanos por estas zonas lleva algunos años y ha sido la opción de quienes no alcanzaron a gestionar el pasaporte o los que perdieron sus documentos en el camino. Agrega que desde la pandemia, el flujo migratorio aumentó por el aislamiento social y cierre de las fronteras para contener el coronavirus”, mencionan, en su reporte publicado el 07 de agosto en su portal.
Sobre las experiencias que ha tenido, cuenta que ha visto a muchos colapsar, que sus cuerpos no resisten, explicando que esto puede ser el resultado del largo trayecto desde Chile, Perú o desde Ecuador. “He visto gente desmayada, embarazadas que rompen fuente. Pero lo que más me pega es ver el sufrimiento de los niños. La desesperación de sus padres por querer hacer rápido el trayecto, querer salir de ahí y no pueden”.
El recorrido entre Ecuador y Colombia, según explica, se puede completar en una hora o dos, dependiendo de la fortaleza física de la persona.
Sobre los grupos armados que han sido denunciados por los caminantes y las ONG, señaló a Venezuela Migrante que para cruzar por esos espacios se necesita autorización y quienes no lo estén, serán ahuyentados a tiros. “Hay que tener permiso para pasar por ahí. Si no lo tienen, los sacarán a disparos, pero afortunadamente no han ocurridos homicidios hasta el momento”.
Para cerrar su relato, entregó una cifra aproximada de viajeros, que “diariamente, entre 200 y 400, en otras ocasiones hasta entre 300 y 500, cruzan por estos caminos”.
Investigados
Para Caracol Noticias, las pesquisas que lograron la captura de las 15 personas, ayer, incluyeron seguimientos, videos e interceptaciones para saber la forma de operaciones de la banda criminal dedicada a la trata de personas.
“Esas labores permitieron establecer que, por el paso, a través de la frontera, de una sola persona, los llamados coyotes podían cobrar entre 100 y 600 dólares, es decir, hasta casi 2’300.000 pesos. Ahora, si la negociación incluía hospedaje, ese valor aumentaba”, detallaron.
“Es el resultado de cinco meses de investigación, que Migración le ha dedicado la guerra frontal al tráfico de migrantes y que no se va permitir que criminales jueguen con la vida y la integridad de las personas», aseguró Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia, agregando que los capturados fueron trasladados a despachos judiciales en Ipiales.
